It´ s about words & music
Exposición de escultura/ Skulpturen-Ausstellung Hans Some. 15/1 – 5/3/2022
It´ s about words & music
Exposición de escultura Hans Some. 15/1 – 5/3/2022
Cuando nos introducimos en la obra de Hans Some, quizás nos tendríamos que preguntar si realmente se trata de escultura. A medida que me acerco, me atrevería decir que per definitonem no lo es. Más bien se trata de seres hechos de elementos varios y que han traspasado por ellos – metal, fuego, aire, y en algunos casos también madera. Son forjados, martillados, golpeados, fundidos, soldados, moldeados. El resultado es difícilmente definible de manera instantánea. Primero abramos un camino, observemos a dónde nos lleva, quizás no a la definición.
Llama la atención que, a pesar del material y de su laborioso proceso que requiere, las piezas (para darles un nombre sustituible) tienen un aire de delicadeza, fragilidad, una belleza en la forma que no se muestra a primera vista, pero que se revela durante el proceso no tanto de la observación, sino más bien estando involucrado o – ¿por qué no? – de la dedicación. La energía del material en interacción con los elementos, se hace visible en cada obra. Cada obra tiene carácter y fuerza. Dos componentes que a veces son difíciles de “soportar“.
Lo que vemos en esta exposición es de un gran valor artístico y el artista Hans Some tiene un gran conocimiento y mucha habilidad trabajando ese material difícil. Su aprendizaje empezó por lo básico durante los seis años en el taller de forja del escultor Stefan Herzog en Munich. Fue su maestro.
Me he preguntado cuál sería el lenguaje para describir la obra de Hans Some. Qué palabras utilizar. Estoy de acuerdo con un comentario del psicólogo Daniel Lloret en el catálogo de una exposición: “Escribir sobre la obra escultora de Hans Some no es tarea fácil. Sus piezas no quieren ser interpretadas. Más bien al contrario. Cualquier comentario, cualquier intento de definición, amenaza la frágil y silenciosa complicidad que surge entre el observador y la obra. La comprensión es un acto intimo.“
Pero palabras si hay. En silencio, en el diálogo interior, en aquel acto intimo que nos lleva a la comprensión. Y no a una contemplación que roza nada más que la superficie.
Dónde trabaja el artista, una nave industrial en Alicante, domina el elemento metal, es un lugar puro, con una alta concentración de herramientas. Se trabaja principalmente el hierro, acero, bronce, cobre, latón, en ocasiones o en combinación madera y piedra. Para crear el artista tiene que meterse, inundarse en el elemento en todos sus estados. Él interviene en el proceso natural de la transformación del material. Ese proceso requiere un discurso no solo artístico, sino también físico y mental que le lleva muchas veces al limite.
Podemos acercarnos a una escultura con nuestros sentidos. Pero con las esculturas de Hans Some pasa algo particular, algo extraño: es como si fueron ellas que han estado aquí antes (que nosotros), y los “sentidos“ van con ellas. Y desde aquí vamos al tema del movimiento.
Para mí, el punto clave de la obra es el movimiento congelado que se descongela en la escultura. Es el movimiento, es la energía del material en estado líquido-caliente que se trabaja para “congelarlo“ o pararlo. Pero aquella “congelación“ no lleva hacia un fin estático – el movimiento sigue.
La obra que sale al final del proceso artístico es algo lleno de aparentes contradicciones: la delicadeza junto a lo rústico, lo fino-ligero tiene la misma resistencia que lo robusto-pesado. La armonía solo es posible gracias a la convivencia de componentes opuestos. De esa manera la pieza alcanza autonomía. Y como “creatura“ autónoma tiene que estar hecha de esas contradicciones, es la Conditio sine qua non. Sin contradicción no hay vida. Y las contradicciones aquí están en equilibrio. Eso es perfección.
Veamos Solid Gold Hell: diferentes estructuras y superficies, zonas ásperas y lisas, brillantes y oscuras, elementos verticales, al mismo tiempo muy finos, unidos por un elemento horizontal y sólido, casi pesado, que parece como sujetado y flotando a la vez. Tanto como elemento estático como móvil tiene una función unificadora.
Las propiedades energéticas del material junto con la capacidad artística hacen posible esa imagen de las esculturas en movimiento. Parecen como si se movieran por su propia fuerza.
Hay series que se llaman sphid/ aphids, hay phagues (Sphid Aphotics, Sphid Deviant, Phage Node). Son términos de la biología y zoología, que nos guían adónde no solemos o no queremos mirar – cochinilla, bacterias, virus –, no obstante son seres que forman parte de nuestro espacio vital.
Luego tenemos los -oides. Lo que es -oide (como aquí clothoide #3) “se parece“ a algo, algo que conocemos y que hemos definido como X y que forma parte de nuestra cultura. También podríamos decir del “cultivo“ del que nosotros mismos formamos parte. Vuelvo a decir que se trata, por muy pequeños que sean, de seres que marcan (en el caso de los –oides) una distancia, la distancia con el original. ¿Es algo que pretende ser lo que jamás será? Una copia? O más bien algo independiente por su distancia al origen, quizás simplemente una confrontación (pacifica) con el original. Entonces nos tenemos que preguntar qué es el original? O es -oide el original?
Estas piezas nos cuentan también todo lo que es posible: juegan con la gravedad, hasta que se burlan de ella, extrañan y atraen. El artista lo ha hecho visible gracias al profundo conocimiento del material, que trabaja hasta sus limites, mientras la escultura refleja aquel proceso que en realidad nunca acaba, mostrando una imagen que NO tiene limites, imagen del infinito.
Solo entendemos cuando estamos dispuestos a entrar en el proceso de la investigación. Ese es el camino hacia el entendimiento. Las obras de Hans Some me han enseñado que la escultura es lo contrario que rigidez. El hierro hecho fuego, el metal en estado de masa liquida, sigue y sigue su camino: fluye, tira, se opone, se impone, trisca und apisona. Obtiene un aire de “opuesto y vulnerable“. Opuesto al abrazo, vulnerable cuando se toca.
Es sobre palabras y música. Las esculturas nos cuentan algo de música y palabras. De una parte de la música que acompaña al artista, que lo lleva, lo envuelve. Sin música le es imposible trabajar en su taller. Por otra parte la música que llevan las esculturas mismas, el sonido que reside en ellas y que suena ante nosotros/as.
En algunas obras hay un contexto actual, por ejemplo en la obra reciente Aves del paraíso o Drank, Kush, Barz, inspirado por un texto del DJ Rashad (1979-2014). Hans Some trabaja también temas de nuestra sociedad moderna, problemas de la generación joven como la falta de perspectivas. La música aquí es un componente importante, como una pieza de ADN de esa generación.
It´s about words and music, palabras y música están en todo. Están dentro del artista, lo rodean y lo inspiran, y también están en la obra que nace, crece y que se forma bajo sus manos. La música y las palabras son nuestra esencia, de eso somos hechos, somos creadores y creados. Con la música y las palabras también nosotras/os contestamos al artista.
Todo es diálogo.
Hans Some
1968 nacido en Munich, Alemania | Aprendizaje en el taller de forja del herrero y escultor Stefan Herzog, Munich | Desde el año 2000 vive con su familia en Alicante | Expone su obra desde 1985 en Alemania y España
It´ s about words & music
Skulpturen-Ausstellung Hans Some. 15/1 – 5/3/2022
Wenn wir uns dem Werk Hans Somes nähern, müssen wir uns vielleicht fragen, ob es sich tatsächlich um Skulpturen handelt. Ich erlaube mir zu sagen, dass sie es per definitionem nicht sind. Eher Wesen, gemacht aus den Elementen, durch die sie gegangen sind – Metall, Feuer, Luft, sowie Holz. Sie wurden geschmiedet, gehämmert, geschmolzen, geschweißt, gebogen. Das Ergebnis ist etwas, das wir nicht sofort definieren können. Zunächst müssen wir einen Weg gehen; wer weiß, wohin er uns führt, vielleicht nicht zur Definition.
Es fällt auf, dass die Stücke (Begriff als „Variable“) trotz des Materials und harten Arbeitsprozesses so viel Anmut und Fragilität aufweisen, eine Schönheit in der Form, die sich nicht auf den ersten Blick zeigt, sondern sich im Prozess nicht der Betrachtung, eher des sich Beschäftigens oder – warum nicht? – im sich Widmen erschließt.
Die Energie des Materials in Interaktion mit den Elementen wird im Werk sichtbar. Jedes Stück besitzt Charakter und Stärke. Zwei Komponenten, die nicht immer leicht auszuhalten sind.
Was wir in dieser Ausstellung sehen, ist von hohem künstlerischen Wert, und der Künstler Hans Some beweist im Umgang mit diesem schwierigen Material eine umfassende Kenntnis und großes Können. Eine solide Grundlage erhielt er während der sechs Jahre in der bekannten Schmiede von Stefan Herzog in München.
Wie beschreibt man das Werk von Hans Some? Mit welchen Worten? Der Psychologe Daniel Lloret schreibt im Kommentar für einen Ausstellungskatalog: „Über die Skulpturen Hans Somes zu schreiben ist ein schwieriges Unterfangen. Seine Stücke wollen nicht interpretiert sein. Im Gegenteil. Jeder Kommentar, jeder Versuch einer Definition, bedroht das fragile und stille Einvernehmen, das zwischen dem Betrachter und dem Werk entsteht. Das Verständnis ist ein intimer Akt.“ (freie Übersetzung).
Aber es gibt Worte. Im Stillen, im inneren Dialog, in jenem intimen Akt, der uns zum Verständnis, zum Verstehen, führt. Und nicht zu der Art von Betrachtung, die nichts mehr als die Oberfläche streift.
Dort, wo Hans Some arbeitet, eine Industriehalle bei Alicante, dominiert das Element Metall. Es ist ein reiner Ort, mit einer hohen „Konzentration“ an Werkzeugen. Verarbeitet werden Eisen, Stahl, Bronze, Kupfer, Blech, gelegentlich in Kombination mit Holz und Stein. Um ein Werk zu kreieren, muss der Künstler sich vollständig auf das Element einlassen, es durchdringen. Er greift in den natürlichen Prozess der Transformation des Materials ein. Dieser Prozess verlangt über den künstlerischen Diskurs hinaus eine physische und mentale Anstrengung, die oftmals bis ans Limit geht.
Wir können uns einer Skulptur mit unseren Sinnen nähern. Aber mit den Stücken von Hans Some passiert etwas Eigenartiges: Es ist, als wären sie schon vor uns da gewesen, und die „Sinne“ gehen mit ihnen. Damit sind wir beim Thema „Bewegung“.
Einzentraler Punkt im Werk von Some ist die eingefrorene Bewegung, die in der Skulptur auftaut. Es ist die Bewegung, die Energie des Materials im flüssig-heißen Zustand, die bearbeitet wird, um sie anzuhalten. Aber jenes „Einfrieren“ führt nicht zu etwas Statischem/ einem angehaltenen Werk (Zustand), sondern die Bewegung geht weiter.
Das Werk, das am Ende des künstlerischen Arbeitsprozesses geboren wird, ist voller scheinbarer Widersprüche: das Zerbrechliche neben dem Rustikalen, das leichtgewichtig Feine besitzt den gleichen Grad an Resistenz wie das Schwere, Grobe. Durch das harmonische Nebeneinander der unterschiedlichen Komponenten erlangt das Stück Autonomie. Und als autonome „Kreatur“ muss sie aus diesen Widersprüchen bestehen, es ist die Conditio sine qua non, ohne Widerspruch kein Leben. Die Widersprüche aber befinden sich hier im Gleichgewicht. Das ist Perfektion.
Sehen wir uns Solid Gold Hell an: unterschiedliche Strukturen und Oberflächen, glatte und raue Zonen, vertikale und gleichzeitig sehr schmale Elemente, vereint durch ein fast schwer wirkendes, solides horizontales Element, das wie festgehalten wirkt, zugleich aber wie schwebend. Und: sowohl als statisches als auch als bewegliches Element kommt ihm eine vereinende Funktion zu.
Die energetischen Eigenschaften des Materials zusammen mit dem hohen Grad an künstlerischem Können machen diesen Eindruck von Bewegung möglich. Es scheint, als bewegten sich die Skulpturen aus eigener Kraft.
Wir haben in der Ausstellung Stücke aus der sphid/ aphid-Serie, sowie Phage (Sphid Aphotics, Sphid Deviant, Phague Node). Es sind Begriffe aus der Biologie und Zoologie, die unseren Blick dahin lenken, wo wir normalerweise nicht oder nicht gerne hinschauen – Bakterien, Viren, Läuse – dennoch sind sie Bestandteil unseres Lebensraumes.
Zum anderen werden wir mit den -oides (Beispiel chlotoide #3) konfrontiert. Der Suffix -oide kennzeichnet etwas „Ähnliches“, Vergleichbares zu dem, was wir kennen und als X definiert haben. Es ist Teil unserer Kultur, wobei wir hier „Kultur“ auch im biologischen Sinn verstehen können. Die Kultur, deren (Bestand)teil wir sind.
Ich wiederhole, dass es sich, so klein sie auch sein mögen, um Wesen handelt, die als -oide eine Distanz markieren, die Distanz zum Original. Geben sie vor, etwas zu sein, was sie niemals sein werden? Sind sie eine Kopie? Oder durch die Distanz eher etwas vom Original Unabhängiges, möglicherweise nur eine (friedliche?) Auseinandersetzung mit dem Original. Wobei wir uns auch fragen sollten, was/ wer das Original ist. Oder ist ein -oide das Original?
Darüber hinaus erzählen die Skulpturen von dem Vielen, was möglich ist: Sie spielen mit der Schwerkraft, sie machen sich über sie lustig, befremden und ziehen an. All das hat der Künstler sichtbar gemacht dank der profunden Kenntnis seines Materials, das er bis zu den Grenzen seiner Möglichkeiten ausschöpft, während die Skulptur jenen Prozess widerspiegelt, der in Wirklichkeit nie endet. Ein Abbild der Grenzenlosigkeit.
Nur, wenn wir bereit sind, uns auf den Weg des investigativen Prozesses einzulassen, führt uns das zum Verstehen. Die Werke Hans Somes haben mir gezeigt, dass eine Skulptur das Gegenteil von Starrheit sein kann. Das Eisen in der Glut, das Metall als flüssige Masse, setzt seinen Weg fort, sodass die Figur fließt, zieht, sich widersetzt, sich durchsetzt, stakst, stampft, schwebt. Es umgibt sie etwas von „Widerstand“ und „Verletzlichkeit“. Widerstehend der Umarmung, verletzlich bei Berührung.
It´s about words & music. Die Skulpturen erzählen etwas von Musik und Worten. Zum einen von der Musik, die den Künstler bei der Arbeit begleitet, die ihn trägt, einhüllt, ohne die er in seiner Werkstatt nicht sein kann. Auf der anderen Seite die Musik, die den Skulpturen selbst innewohnt, der Klang, der von ihnen ausgeht.
Ein gutes Beispiel für Wort & Musik ist sicher eines der aktuellen Werke – Paradiesvögel, oder: Drank, Kush, Barz –, inspiriert von einem Text DJ Rashads (1979 – 2014). Hans Some verarbeitet Themen unserer modernen Gesellschaft, wie die Probleme und fehlenden Perspektiven junger Menschen. Die Musik ist hier ein wichtiges Element, wie ein Baustein der DNS der jungen Generation.
It´s about words & music, Wörter und Musik sind in allem. Sie liegen im Künstler selbst, sie umgeben und inspirieren ihn, und sie sind in dem Werk, das sich unter seinen Händen formt. Die Musik und die Wörter sind unsere Essenz, aus ihr sind wir gemacht, wir sind Schaffende und das Geschaffene. Mit Worten und Musik antworten wir auch dem Künstler.
Alles ist Dialog.
© Daniela Gerlach, Dénia 2022
Hans Some
1968 geboren in München | Lehre in der Münchner Schmiede des Skulpteurs Stefan Herzog | Seit 2000 lebt Hans Some mit seiner Familie in Alicante | Ausstellungen seit 1985 in Deutschland und Spanien